Crecerá otros 18 hoyos

En 1992 Santa María Golf abrió sus primeros nueve hoyos, tres años después estrenó los segundos y, si las previsiones no se tuercen, a finales del año que viene abrirá al juego su segundo campo de 18 hoyos. Este club, enclavado en la privilegiada zona marbellí de Elviria, quiere dar así una cumplida respuesta a su demanda de juego. El año pasado, este campo registró 60.000 salidas.

El diseño del nuevo recorrido de 18 hoyos ha sido encargado al británico Dave Thomas, autor de varios de los más prestigiosos campos de la Costa del Sol y de muchos en el extranjero, destacando The Belfry, sede de varias Ryder Cups, competición que él mismo jugó en su juventud.

El arquitecto español del club, Ignacio García, dirigirá la ejecución de obra.

El nuevo campo, cuya construcción comenzará «próximamente» este mismo año, será un par 72 de mayor longitud que el actual, explica Ali Saudi, director general de Santa María Golf. «Así ofrecemos dos productos distintos: un campo algo más corto no exento de dificultades, y otro campo estilo championship, más largo, más abierto, y con las características propias de Dave Thomas». La orografía montañosa del terreno aconsejará la utilización de buggy.

El futuro trazado estará enclavado al Norte de la autopista y justo a continuación del actual. Su construcción llevará aparejada la edificación de una nueva casa club, al Norte del campo. El recorrido actual cambiará la numeración de sus hoyos y empezará por su zona Norte.

IGGA-santamaria-72Respecto a la fecha de finalización del campo, Saudi asegura que «con suerte, lo abriremos a finales del año que viene». El acceso al nuevo campo será similar al actual, esto es, pagando un green fee o bien mediante un abono anual.

Saudi cree que las buenas cifras de ocupación de este campo en una coyuntura no del todo favorable para algunos segmentos turísticos en la Costa del Sol se debe sobre todo a «la buena relación calidad / precio que ofrecemos aquí y que nos permite una mejor captación de clientes que otros campos».

Los residentes en la zona que juegan en el club, que no tiene socios aunque sí abonados anuales, suponen alrededor del 30 por ciento del total, y el resto son visitantes o golfistas que residen en Marbella o alrededores.

«Santa María es un campo corto pero no fácil. Un campo de golf es un ser vivo, que cambia cada año, en el que se introducen mejoras, en un green, un bunker, una calle, y, por lo tanto hay siempre un aliciente, una dificultad entre comillas, que lo hace siempre atractivo para el jugador, aunque éste sea asiduo», asegura el director general del club.

El mantenimiento del campo es impecable, prosigue Saudí: «Tenemos la suerte de contar con un equipo que está con nosotros desde el principio, y eso es muy importante para conseguir un estado perfecto como el que tiene este campo».

El trazado de Santa María serpentea por un valle para ascender por la montaña. La orografía del terreno determinó que la mitad de los hoyos fuesen más cortos pero más complicados para el juego y que los otros nueve fueran más largos y relajados. Los greenes, grandes en su mayoría, benefician al jugador en los hoyos más largos y le complican la vida en los otros por sus desniveles.

Urbanismo premiado.

Santa María Golf no es ajena al desarrollo inmobiliario, si bien las construcciones existentes se caracterizan por un cuidado estilo arquitectónico. Destaca por su calidad entre los conjuntos residenciales del complejo Santa María Village. Se trata de un conjunto de apartamentos promovidos por Sifasa Group y diseñados por el conocido arquitecto Eduardo Oria (autor por ejemplo de Puerto Marina en Benalmádena) y que han sido premiados en 2004 con los prestigiosos galardones de Bentley and International Homes «Mejor Desarrollo Español» y «Mejor Desarrollo en Campo de Golf».

«Este conjunto supone prestigiar aún más a Santa María Golf», dice Saudi. Santa María Village consta de apartamentos de dos y tres dormitorios y de impresionantes áticos de 200 metros cuadrados construidos más otros 200 de terraza. Los precios parten de 350.000 euros y todos disfrutan de vistas al mar. «Es de destacar la importancia y el cuidado que se ha dado a sus zonas comunes, ya que tienen ocho piscinas para sólo 200 apartamentos, algo que creo que no tiene parangón en la costa».

Entre las novedades realizadas en las instalaciones, destaca la renovación del bar y restaurante del club realizados por Ignacio García.

Se ha hecho coincidir con el relanzamiento de su oferta gastronómica, siendo un lugar muy apropiado tanto para almuerzos como para cenas.


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